domingo, 13 de febrero de 2011

Modelos de administración de la Convivencia y Ley de Convivencia.

El tema de la convivencia en el centro es un problema actual que nos ha podido afectar, que nos afecta o que nos afectará a todos, ya que probablemente todos tenemos algún tipo de conocido que pueda llegar a tener problemas de este tipo, como pueden ser hermanos, primos, nuestros propios padres, nosotros mismo como docentes o como antiguos alumnos…

Existen distintos modelos de administración de la convivencia que nos ayudaran a subsanar en según qué medida dichos problemas.

En un marco general podemos definirlos como acciones y decisiones que llegamos a tomar tanto los profesores como el centro en su conjunto, ante los comportamientos antisociales o en otras palabras, lo que se pretende con ellos es una mejora de la convivencia.

Una vez leído el texto de Juna Carlos Torrego Seijo y con lo que hemos trabajado posteriormente en clase podemos definir el modelos punitivo como un modelo de herramienta básica de corrección de la sanción, con el cual no se produce una reeducación ni del agresor por un lado ni de la víctima, sino que simplemente se intenta solucionar el problema imponiendo una sanción correctora. Es el modelo más sencillo de utilizar, ya que es imponer un castigo sin intentar que ambas partes comprendan el daño cometido. El agresor es castigado y la victima esta aparentemente satisfecha por la sanción, ni uno llega a comprender el daño ocasionado, ni el otro recibe un arrepentimiento sincero.

Por el contrario tenemos el modelo relacional e integrado el cual nos oferta unos mejores resultados cuando hay problemas de convivencia. Ambos buscan que a partir del diálogo se solucionen los problemas, sin una sanción que los obligue a ello. Pero el modelo integrado da un paso más, ya que, hace partícipe e involucra al centro en los problemas de este tipo. Los centros que se adoptan al modelo integrado adoptan sus estructuras y personal para poder llevarlo a cabo como son equipos de mediación, dispone de espacios y personal cualificado para la resolución de los problemas... Se resuelve el problema mediante un diálogo sincero por ambas partes víctima-agresor y además, hacen participes del conflicto a los mismo compañeros para así concienciar al resto de los alumnos, para que ellos mismos opinen y sean conscientes de lo sucedido.

El modelo de actuación más adecuado es el modelo integrado sin ninguna duda, sin embargo supone disponer de algunos recursos cuyos centros no poseen y se termina por solucionar en la mayoría de los casos a partir, de un modelo punitivo, ya que es más rápido, más sencillo y aparentemente más efectivo.

Como experiencias personales puedo decir, que en el centro que estuve de prácticas se llevaba a cabo el modelo punitivo. Cada vez que algún niño realizaba o tenía una falta de comportamiento, directamente se le castigaba y se le obligaba antes de realizar el castigo a pedir perdón por el daño cometido sin reflexionar en lo sucedido y sin darte argumentos y razones de por qué pedía ese perdón. Esta forma de actuación no daba ningún tipo de resultado y al rato el niño volvía a tener el mismo comportamiento.

Ley de convivencia, se puede debatir desde dos perspectivas. Por un lado nos encontramos con que esta ley lo que está buscando es la sumisión del alumnado, sólo propone sanciones, se reconoce la figura del profesor como "autoridad”, faculta a los centros a regular la vestimenta de los alumnos y abre la puerta a la participación directa de los padres en la enseñanza.
Por otro lado se consideran que es una ley en la que priman las medidas punitivas frente a la prevención, se critica que se trata de una ley que pone demasiado énfasis en los castigos al alumno y menos en medidas preventivas como mejorar la relación de alumnos y profesores.

En mi opinión, estoy de acuerdo con que el docente tenga una mayor autoridad y que disponga de la presunción de veracidad. Pero todo en su medida y bien regulado, ya que los mismos docentes pueden llegar a abusar de esa misma autoridad, debido a que ante una situación de conflicto en la que el docente no tenga razón, puede salir airoso debido a la misma presunción de veracidad. Ahora no estoy de acuerdo, ya que para mí, la convivencia no puede ser regulada por una ley sino que es el resultado de un proceso educativo, que se basa en la reflexión y en la exposición de los problemas sin tener una imposición de ante mano.

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